JUGUETES: Difícil elección
La Navidad es la época de los juguetes por excelencia. No hay otra época del año que se dedique con tanta vehemencia a intentar hacer felices a todos los niños a través de los regalos.
Pero cada vez es más difícil acertar con el juguete más adecuado. Una extensísima oferta,
una publicidad constante y agresiva, la influencia cada vez mayor de los medios en edades más tempranas, los gustos de los propios niños constantemente cambiantes, etc…
Todo influye y contribuye a hacer esta tarea cada vez más ardua.
Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre este tema, que nos ayude a encontrar algunas pistas de qué es aconsejable hacer.
Partiendo de la premisa de que un juguete es “un objeto que sirve para divertir, entretener y aprender”, cualquier objeto puede ser considerado un juguete, al menos en
potencia. Un lápiz, una pelota, una caja (cualquiera), un peluche, un puzzle, una muñeca…. todos ellos son juguetes o pueden serlo en manos de un niño o una niña, como seguro que hemos observado muchas veces.
Y ya tenemos la primera pista:
No hace falta que el juguete sea caro o el último modelo: cumplirá su función
igualmente. Y de la anterior, extraemos la segunda pista: una de las funciones más importante de los juguetes es que sirven para aprender: normas de comportamiento, cómo actuar en determinadas situaciones (cotidianas o esporádicas), relaciones sociales adecuadas (entre iguales, con adultos, etc.).
Y esta función la tiene de igual forma un juguete típico (pelota) o un juguete moderno
(artefacto con múltiples funciones, que gira sobre sí mismo generando un movimiento
determinado, etc.).
Un juguete no tiene por qué ser novedoso: para aprender, sirven también los juguetes
más sencillos. Es aconsejable respetar los gustos de los niños y las niñas a la hora de elegir un juguete, como resulta obvio, pero… ¿cómo diferenciar si lo que piden es un capricho, o si realmente les gusta?
Esta es la tercera pista: un capricho suele ser bastante intenso, reciente en el tiempo, e intransigente al cambio (tiene que ser “ese” juguete de “ese” color…). Mientras que los gustos del niño suelen ser menos intensos, prolongados en el tiempo (suelen jugar a eso la mayor parte del tiempo), y flexibles a la hora de sugerir o proponer cambios por otros juguetes.
De la tercera, extraemos la cuarta pista: ¿ese juguete que se nos ha ocurrido, le gusta
realmente al niño? ¿o es el adulto a quien le gusta o quien trata de introducirlo porque lo
cree conveniente? Fijarse en los juguetes que suele elegir el niño o la niña espontáneamente para jugar, y no tanto en lo que “a mí me gustaría haber tenido cuando tenía su edad” o en lo que “debería tener el niño” (ya se interesará más adelante por aquellos juguetes que pensamos que debería tener). Es preferible respetar su desarrollo natural y adaptarnos a él (que tratar de “dirigirlo”).
Nuevamente, la quinta pista deriva de la anterior.
¿Deberían ser todos los juguetes del niño “juguetes educativos”? Este tipo de juguetes
tiene evidentes beneficios, pero si todos los juguetes del niño fueran de este tipo (de los
que priorizan el aprendizaje frente a la pura diversión), tendrá menos opciones de divertirse (sin más pretensión que ésa). No debería descuidarse este argumento a la hora de elegir los juguetes.
Una simple pelota puede servir para aprender normas, para relacionarse, para
desarrollarse, … (objetivos de los juguetes “educativos), a la vez que resulta muy divertida. Es preferible que el niño o la niña tenga juguetes de varias clases, para abarcar el mayor abanico de beneficios que pueda obtener con ellos: juguetes educativos, lúdicos, juegos de mesa, juguetes relacionados con deportes, juegos de habilidad, juguetes tecnológicos, etc.
En la variedad está la calidad (del aprendizaje).
Resumimos ahora los 5 consejos para comprar juguetes estas Navidades:
1 – Invertir en juguetes económicos: cumplen su función igual que los caros.
2 – Comprar juguetes sencillos: no complicarse.
3 – Guiarse en los gustos del niño o la niña: y evitar los caprichos puntuales.
4 – Fijarse en los juegos espontáneos que hace el niño o la niña: y menos en los deseos o
preferencias del adulto.
5 – Procurar que tenga juguetes de varios tipos: juguetes educativos, lúdicos, de mesa,
deportivos, de habilidad, tecnológicos… En la variedad está la calidad.
Esperamos que os resulten útiles !!